Pese a ello la visión que da este volumen de la guerra en general, y de la batalla en particular, muestra que había algo más que fanáticos descerebrados, bajitos y gafotas, combatiendo contra los heróicos marines. Desde un punto de vista pacifista (que no creo que sea el mayoritario) repasa vidas y vivencias sobre Kuribayashi, mostrando que la batalla por esta islita tiene más puntos de interés que la cansina foto de la bandera con los marines.
Vuelta a Iwo Jima y al Suribachi
Pese a ello la visión que da este volumen de la guerra en general, y de la batalla en particular, muestra que había algo más que fanáticos descerebrados, bajitos y gafotas, combatiendo contra los heróicos marines. Desde un punto de vista pacifista (que no creo que sea el mayoritario) repasa vidas y vivencias sobre Kuribayashi, mostrando que la batalla por esta islita tiene más puntos de interés que la cansina foto de la bandera con los marines.
La propia revolución militar imperial española
Autor: De Mesa Gallego, Eduardo
Notas: 254 Págs. 17 x 24 cm.
Primera edición: abril 2009.
Precio: 12 €
Una revolución militar, contramarcha en los fuegos, reducción del número de soldados por unidad, junto a la proliferación de oficiales, maniobrabilidad de las formaciones, caballería ofensiva de lanceros, que algunos autores anglos (Geoffrey Parker sobre todo) siempre han querido ver o iniciar en la figura de los holandeses de Mauricio o en los suecos posteriores de Gustavo Adolfo, quizás porque no han querido ver realmente la realidad histórica acaecida en los campos de Flandes o no han reparado en demasía en los avatares específicos producidos en una contienda de 80 años de duración. Sólo añadiré que en ese tiempo transcurrido a la fuerza se produjeron cambios sustanciales en los ejércitos contendientes y a la fuerza el motor de esos cambios fueron los propios mandos y soldados de la primera potencia mundial en aquella época, surtida, como ustedes saben, por todo tipo de procedencias “nacionales”.
Las dos inexploradas por muchos autores campañas en esa actual región fronteriza alemana-holandesa constatan la iniciativa ofensiva de los Austrias españoles para poner fin o empero conseguir una tregua relativa o duradera que dejara ese maldito frente algo estancado o casi finiquitado. Spínola enfrentado al héroe de Nieuwpoort Mauricio, no sólo se adelanta a sus acciones, sino que domina durante dos años al afamado contrincante con bastante capacidad y técnica de mando en sitios, escaramuzas, cruce de ríos o combates (ver ejemplo de Mulheim 1605) y consigue que unos años más tarde, las Provincias Unidas firmen la famosa Tregua de los Doce Años en Amberes. Un éxito rotundo del enfermo español ¿no creen? Y constatan esas andanzas arrojadas también una máxima fundamental en la guerra que aparece en el propio libro: sin dinero o economía solvente no hay sangre.
El autor se apoya para su publicación en la colección Defensa del susodicho ministerio (con auténticas joyas y obras de referencia en su muestreo de títulos a lo largo de varias décadas) y sus habituales simplistas portadas amarillas (nada de bonitos cuadros para atraer al comprador visual o profano) para, me imagino, ganar en solidez expositiva o inherente prestigio a su investigación. Eso está más o menos reconocido, no así su también tradicional parquedad en el apartado gráfico o fotográfico que suele ser nulo o bastante limitado. Y una vez más, esta edición cumple con creces esos síntomas que ¿no podrían ser subsanados en el futuro? Me podían contestar que esa es la marca de la casa de años, es decir, lo importante es el contenido, no la forma de mostrarlo. Y es lo que verdaderamente me importa cuando leo y disfruto una obra de esta colección, desde luego, pero por pedir que no quede señores...
Barbarroja no es nombre de tango
A mí quien me curó los prejuicios sobre los autores españoles que se atreven con la segunda guerra mundial fue Antonio J. Planells y su monumental biografía de Pétain, desgraciadamente ya descatalogada, pese a publicarse en el 2000. Mientras, la de Lottman, escrita en 1984, sigue reeditándose, y no sólo en España; resulta curioso que para informarnos de la historia reciente de un país vecino hayamos olvidado tres siglos de admiración de la lengua francesa, y dependamos de los libros que se la explican a los anglosajones.
Existen otros paralelismos entre Lozano y Planells; sus obras abundan en páginas y disgresiones, alternan de los grandes números a lo particular y anecdótico con soltura, y en las solapas, los editores nos informan que son diplomáticos de carrera. También se percibe en ambos que buscan tanto el rigor como la amenidad, sin caer nunca en la excusa de la "divulgación" para bajar el listón. Y que les gusta tanto contar "batallitas" (y mira que Planells lo tenía difícil) como anécdotas digamos que "diplomáticas", de esas que nos recuerdan que, mal que pese, los "heroes" de Carlyle son los que cortan el bacalao y los que toman las decisiones.
También hay diferencias; la más evidente, que el libro de Planells tiene suprimido todo el apartado crítico, mientras el de Lozano lo mantiene, además, a pie de página, algo que no suele verse en libros de divulgación. Además, una buena proporción están traducidos, o lo han terminado estando. A los veteranos nos hace ilusión encontrarnos con tantísimas citas de libros de la añeja editorial San Martín, y a mí particularmente con la que sigo considerando mejor historia global de la segunda guerra mundial, la de Eddy Bauer. Lo que no quita que también figuren actores más actuales, como Bartov, Overy o Glantz (de quien, ejem, proceden los mapas).
¿Qué se hecha de menos? Quizás un poco de atención a los españoles que ya estaban en la URSS y que combatieron contra Hitler desde el mismo comienzo de Barbarroja. Todavía puede hablarse con algunos de los protagonistas del libro de Arasa, y la 4a Compañía, del 1º Regimiento de la División Especial del Ministerio del Interior fue una unidad real -no como otras, más "famosas", de las Waffen SS- aunque finalmente no tuvo que combatir en la defensa del Kremlin.
XXXIII feria capicúa del libro antiguo y de ocasión de Madrid
Pero en algo si se nota la auténtica crisis; las viejas ediciones de memorias de Ike o de Rommel han bajado -e igualado- sus precios a unos 15 euros, y no simplemente porque están disponibles sus reediciones, que ya lo estaban desde hace dos años. Los libros de la segunda guerra mundial han abandonado, casi todos, los confines de los puestos para saltar al primer plano. ¿será verdad que ya no se venden tan fácilmente?
Distintivo, recapitulado y singular premio
El estudio o la obra en sí, muy organizada o deudora con regusto a tesis doctoral, consta de cuatro grandes partes, si bien se podía dividir en una Introducción sobre el nombre de Iberia y su evolución partiendo de las fuentes clásicas bastante interesante, junto a varios capítulos que versan sobre las diferentes técnicas metalúrgicas, panoplias y tipos de plástica del mundo Ibérico, esto es, de la superposición de los diferentes pueblos o tribus celto-iberos. Son páginas eminentemente aclaratorias y didácticas, con evidentes muestras en cuadros, dibujos, planos o fotografías, unos apoyos que me recuerdan bastante la composición y organización de la información de los manuales preparados como Unidades Didácticas para la UNED por eminentes autores.
Este loable trabajo de síntesis y presentación aún depara una sorpresa final en la cuarta y, para un servidor, más interesante parte. Me estoy refiriendo a la nueva interpretación que el autor aporta sobre el despliegue en la famosa batalla de Cannae de las fuerzas púnicas en su convexa conjunción de fuerzas presentes. Esos dos modelos de speirai se presentan como el principal hito del estudio e, incluso, refuta una pequeña parte del espléndido trabajo efectuado en muchos años por el más famoso, consolidado y eminente F. Quesada Sanz.
La no-romántica historia del Sr. Simpson (antes conocido como Eduardo VIII)
No es nueva la hipótesis de que Eduardo VIII, luego duque de Windsor, también conocido como el marido de la Sra. Simpson, no fue un simple romántico pacifista. Tampoco es nuevo descubrir que tenía ciertas "simpatías" (él y la Sra. Simpson) por el fascismo y los regímenes totalitarios. Pero lo que este libro plantea es la pura, simple y brutal tesis de que el exrey británico espió las defensas francesas por cuenta de los alemanes, e incluso que tuvo mucho que ver con identificar el punto débil de las Ardenas. Para probar esta hipótesis, Allen ha contado con los archivos de su padre, y también con la implacable labor de zapa de la Casa Real inglesa, que lleva 60 años borrando todos y cada uno de los rastros que fue dejando el duque antes de terminar aceptando el cargo de gobernador en las Bahamas, incluyendo Madrid y Lisboa. Otra de las tesis del autor, sobre el incidente de Mechelen-sur-Meuse, es más discutible, aunque realmente es más "ortodoxa", pues ya la sostenía Liddell Hart en 1948. (Liddell Hart no podía entonces haber leído las investigaciones de Bauer en los años 70, pero que Allen Jr en el 2000 las ignore ya da más que pensar).
Eduardo se pasó la drôle guerre inspeccionando el dispositivo defensivo francés, del Canal hasta Suiza, por encargo nada menos que de Ironside, comandante del BEF... Estas visitas no eran sencillamente protocolarias, puesto que Ironside pensaba emplear las dotes de observación de Edward Gotha-Coburg (ejem) y su educación militar precisamente para conocer el dispositivo defensivo francés, ya que éstos no le facilitaban esa información (tampoco los franceses sabían gran cosa de la RAF, por poner un ejemplo, y de ahí sus peticiones en mayo-junio de mil spitfires para restaurar el frente). De esta forma, y con el uniforme de general de división, el marido de la ex-Señora Simpson informó tanto al comandante del BEF... como al OKW alemán de las defensas de todo el frente, de forma más minuciosa de lo que yo puedo exponer aquí (en el libro citan el informe de Eduardo dictado a los británicos sobre el sector de las Ardenas, y habla incluso cómo estaban mal situados los campos de tiro de cañones y ametralladoras...).Estos informes llegaban al OKW por medio de Bedaux, un curioso personaje, multimillonario, nacido en Francia, nacionalizado norteamericano y espía por su ideología fascista. Este individuo, que luego desempeñó un papel no pequeño en Vichy, sencillamente iba y venía de París a Colonia con su pasaporte USA por la neutral Bélgica, y de hecho Allen estaba escribiendo un libro sobre él, cuando se fue encontrando con el "pastel" de Eduardo. Estas "giras" de Eduardo terminaron en febrero de 1940, cuando ya había inspeccionado todo el frente, pero también cuando se dio el llamado "incidente de Menchelen".
Mechelen, chapuza o contra-contraespionaje
El "incidente de Menchelen", hoy bastante olvidado, fue el nombre dado al aterrizaje forzoso de los dos oficiales alemanes con un Bf 108 en este pueblecito belga el 10 de enero de 1940, no en noviembre del 39. Todas las historias de la SGM que he leído dan este "incidente" como algo genuino, no como una operación de contraespionaje; las únicas opiniones discordantes, Liddell Hart en El otro lado de la colina de 1948 (última edición española de 2002) , pero no en su posterior Historia de la II guerra mundial) y ahora Allen Jr. He leído interpretaciones de todo tipo (una reciente y bastante interesante, Ernest R. May, Strange Victory: Hitler's Conquest of France) pero los argumentos de Hart en su día eran sencilla desconfianza ante algo tan "ideal" y tan torpe; los de Allen, por lo menos, son más elaborados:Más saldos, ahora de Ariel
¿Ha explotado la "burbuja militaria"?
Dependiendo del puesto donde se encuentren, los precios PVP oscilan entre los 4,95 y los 9,95€, independientemente del precio inicial. Entre otros, están prácticamente todos los títulos reseñados en este blog: Pacific Alamo, La batalla de Iwo Jima, Los últimos nazis, El Octavo Ejército, La marcha de la muerte, Historias de guerra, y muchos más: Guerreros, de Glen Gray, Kursk 1943 la batalla decisiva, de Álvaro Lozano, La guarida del lobo, de Juárez, Una guerra olvidada, Marruecos 1959-60, de Acaso Deltell, Batallas decisivas de Weir, Zulú, de Roca, Monte Cassino, de Parker, El Alamein, de Latimer, Afrika Korps, de Carell, El soldado olvidado, de Sajer, y algunos más que no recuerdo o que no habré visto, además de títulos de actualidad y algunas novelas históricas.
En los quioscos también hay movimiento; los Osprey de la segunda guerra mundial se vuelven a distribuir aunque con un periódico, ABC; Altaya vuelve a distribuir su colección Memorias de guerra, desde el principio, y RBA saca ahora una nueva selección de Ospreys, en este caso una amplia selección de prácticamente todas sus colecciones (Warrior, Men-At-Arms, Fortress, Essencials, etc.) sobre Grecia y Roma... En definitiva, buena época para los fabricantes de estanterías, no sé yo para nuestra tarjeta de crédito...